Qué es un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) ?
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones, que son pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos no deseados que provocan una preocupación o sentimiento de culpa o vergüenza.
En cambio, las compulsiones son los denominados rituales, que son conductas que el niño siente que debe realizar de forma repetida para neutralizar sus sentimientos molestos o prevenir algún tipo de acontecimiento negativo. Con el fin de que se pueda diagnosticar el TOC, este debe ocupar gran parte del tiempo e interferir en la actividad diaria del niño.
¿Qué tipo de obsesiones y compulsiones existen en los niños?
Los niños suelen preocuparse por ser infectados por gérmenes, por estar enfermos o bien, para hacer las cosas mal en general. La sensación de que las cosas deben ser perfectos en niños es bastante común. También, algunos niños pueden presentar algún tipo de pensamiento inapropiado que intentan evitar. Como por ejemplo: hacer daño a otros.
Los diferentes tipos de compulsiones más habituales en niños son:
1) De limpieza, en la que evitan cualquier punto de suciedad o contaminación.
2) Rituales de repetición. En la que se repiten acciones hasta intentar conseguir la perfección. Como por ejemplo: borrar y redescriben continuamente un text..etc.
3) Rituales de comprobación, en el que se comprueba reiteradamente diferentes cosas. Como por ejemplo: formular una misma pregunta repetidamente.
4) Rituales de orden. donde los niños se ven invadidos por un gran malestar al ver las cosas fuera de lugar y se pueden pasar horas ordenando objetos o material escolar.
En qué diferenciamos el TOC de otros comportamientos infantiles?
Es común que muchos niños tengan rutinas a la hora de realizar diferentes actos. Suelen mostrar rutinas a la hora de comer, de dormirse o bien mientras juegan. Estas rutinas generales acentúan a medida que los niños crecen. Los niños que tienen TOC continúan con estas rutinas ya pasada la edad correspondiente, o se vuelven muy frecuentes, intensas o molestas y empiezan a interferir en la actividad diaria del niño.
Y cuáles serían las preocupaciones más habituales en los niños que no tienen porque ser preocupaciones obsesivas?
Hay una serie de miedos que son más evolutivas y se asocian a manifestaciones específicas de temor según la edad. En este caso, suelen ser normales, no muy intensas y específicas para cada etapa y transitorias.
Los miedos en el primer año de vida, están relacionadas con sonidos fuertes, pérdidas de soporte, alturas, personas, objetos extraños y separaciones de la figura del cuidador.
En la etapa de preescolar, tienen más temores relacionados con seres imaginarios. Esto es a fantasmas, monstres..etc. En la oscuridad y también a estar solo.
Durante la infancia, desarrollan otros más realistas. Aquí se producen miedos asociados al daño físico, a la muerte ya los médicos.
Después, ya en la pre-adolescencia, siguen mostrando miedos relacionados con la crítica y el fracaso y se agravan las relativas a la autoimagen, a temas académicos y también sobre temas económicos y políticos.
Finalmente, en la etapa de la adolescencia muestran más miedos relacionados con el sexo, las relaciones interpersonales, el rendimiento académico y las relaciones sociales.
Qué prevalencia existe en el TOC entre niños y adolescentes?
Los estudios actuales demuestran que de 4 a 5 niños en cualquier escuela de primaria sufren de TOC y la adolescencia cerca de unos 20 alumnos en la etapa de secundaria.
Por otra parte, respecto al género se sabe que es mucho más común en chicos en la etapa de la infancia, mientras que a lo largo de la adolescencia es más presente en el sexo femenino.
Es diferente el TOC de los niños y adolescentes al de adultos?
Los niños pueden experimentar algunas de las mismas obsesiones y compulsiones que los adultos. Un tercio de los adultos con TOC desarrollan los síntomas cuando son niños. A diferencia de los adultos, los niños pueden no reconocer que los síntomas no tienen sentido o que las compulsiones son excesivas.
También, muchas veces implican los familiares en los rituales. Por ejemplo: pueden insistir en que todos en la familia se laven las manos de cierta manera, o que los padres revisen sus deberes reiteradamente.
Cómo afecta el TOC a los niños y adolescentes?
El TOC puede hacer que la vida diaria de los niños resulte muy estresante. Generalmente, los rituales requieren mucho tiempo, y los niños llegan tarde a la escuela o en sus actividades. Esto genera tensión o discusiones en la familia, además, los niños no son capaces de disfrutar el tiempo con sus amigos o divertirse ya que el TOC ocupa gran parte de su tiempo libre. En la escuela, las obsesiones y los rituales tales como revisar, borrar y rehacer tareas afecta a la atención y la concentración, y puede desencadenar un incumplimiento de las tareas y de ausencias en la escuela. Los niños mayores y los adolescentes pueden creer que están «locos» y trabajen duro para esconder su TOC. Soportar el día a día con el TOC puede ser agotador para los niños. Además, generalmente suelen mostrar rituales a la hora de ir a dormir. Por lo tanto, se acuestan tarde y están cansados durante el día. Todo ello, les genera estrés, los pone tristes, irritables o explosivos.
¿De qué forma afecta a la familia el TOC?
La vida diaria de los niños se ve afectada por el TOC. Al principio, los comportamientos extraños pueden confundir o frustrar a los padres y pueden asustarse cuando el niño está descontento y parece que no pueden finalizar sus rituales. Los niños con TOC pueden hacer que los familiares formen parte del TOC de diferentes maneras: buscando la seguridad en formular reiteradamente a los padres la misma pregunta y exigiendo una respuesta cada vez. También, se pueden frustrar si no consiguen realizarlos y esto es muy estresante para la familia, ya que sienten que no puede relajarse y se crea una atmósfera tensa. Los padres pueden sentir que tienen que modificar la vida diaria o ceder ante las exigencias del niño para evitar su ansiedad y pasan por diferentes estados emocionales negativos como el miedo, la frustración, la irritabilidad, la culpa, y la tristeza.
Existe tratamiento para el TOC en niños y adolescentes? ¿Cuál es el tratamiento más eficaz?
Sí, el TOC en los niños puede ser tratado de forma eficaz y puede ayudar a la hora de mejorar su estado en general. La terapia cognitiva y conductual suele ser la más efectiva a la hora de manejar estos síntomas. Además, en los casos más graves también se recomienda que tomen medicación ya que puede ayudar a la hora de tolerar la ansiedad que les genera el trastorno.
A lo largo del tratamiento, se permite la exposición a los diferentes pensamientos obsesivos que provocan el malestar y a la vez se enseñan técnicas que prevengan la respuesta de los diferentes comportamientos compulsivos. Esto permite que descubran que sus temores no son reales y que pueden acostumbrarse a enfrentarse a ellos.
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