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LA DEPRESIÓN

La depresión y el trastorno bipolar son dos condiciones de salud mental que afectan a los adultos y pueden tener un impacto significativo en su vida diaria.

La depresión es el trastorno psicológico más frecuente entre la población general. Sus síntomas se hacen presentes la mayor parte del día y casi cada día, el que genera un gran malestar y deterioro en la calidad de vida. Este afecta a la capacidad para llevar una vida personal, profesional y social llena.

Hay muchos síntomas de la depresión, pero si sientes tristeza o vacío, tienes pérdida de interés o ya no sientes placer, es que tienes depresión. Pero junto con estos síntomas, hay otros, muy frecuentes como tener una visión negativa de un mismo, del que nos pasa y de nuestro futuro. Pensar en la muerte o valorar la opción del suicidio, tener dificultades para concentrarse, al pensar, al recordar o hablar. Se puede sumar, la sensación que nos falta energía, el que nos pide hacer un gran esfuerzo para hacer cualquier cosa. El insomnio, la carencia de apetito sexual y el aislamiento social también son aspectos importantes que acompañan y agravian la depresión.

La depresión tiene solución dependiente del grado, la duración de los síntomas y las causas de la depresión, pero si no ponemos manos a la obra, puede tener graves repercusiones en la nuestro vida. Llegados este punto, es básico pedir la ayuda de un psicólogo, que es el profesional que dispone de las herramientas y las estrategias y que te acompañará en el proceso de afrontamiento de la depresión y la recuperación de tu calidad de vida.

¿Cuáles son las causas de la depresión?

No se conocen las causas exactas de la depresión, pero si se sabe que hay una serie de factores que contribuyen a aumentar el riesgo de sufrir una depresión, entre estos encontramos:

  • Factores de tipo hereditario. Hay personas que tienen una predisposición biológica, una disfunción en los mecanismos biológicos, que las hacen más vulnerables a sufrir depresión.

  • Personalidad. Personalidad depresiva.

  • Apoyo social. La carencia de apoyo social, especialmente del entorno más próximo, constituye un factor de vulnerabilidad a sufrir algún tipo de depresión.

  • Acontecimiento traumático o estresante. El impacto de determinados acontecimientos pueden estar presentes en el origen de una depresión, la aparición de una enfermedad importante, una ruptura de pareja, la muerte de un ser querido, la pérdida de trabajo, el mobbing laboral, etc.

  • Experiencias traumáticas en la infancia. Los abusos sexuales en la infancia, el maltrato físico o psicológico, el estilo educativo de los padres, la construcción de un bajo concepto de sí mismo o la sobreprotección son factores que pueden contribuir a la depresión.

  • Consumo de drogas o medicamentos. El abuso de drogas, como el alcohol, o determinados medicamentos como los esteroides.

  • Enfermedades médicas. El cáncer, los dolores crónicos, entre otros.

  • Hábitos negativos del sueño. Las personas que llevan una mala rutina del sueño son más propensas a sufrir depresión. Ir a dormir muy tarde, dormir poco o descansar mal son hábitos negativos en relación con la depresión.

Síntomas de la depresión

Los síntomas de la depresión se manifiestan a diferentes niveles, afectivo, de pensamiento, fisiológico y conductual:

  • En el ámbito afectivo. La persona se siente profundamente triste, vacía, desanimada sin una causa aparente. Sentimientos exagerados de inutilidad, culpa o pecado.
  • Síntomas cognitivos (respuesta subjetiva)

    • El patrón de pensamiento característico de la persona depresiva se caracteriza por una visión negativa de sí mismo, del que le pasa y de su futuro. Este hecho marca profundamente el contenido de sus pensamientos y la forma con que los afronta. Hay un marcado pesimismo, respeto si mismo (baja autoestima), su capacidad (carencia de seguridad en sí mismo) y el futuro se observa desesperanzador. Pensamientos en torno a la muerte y la opción del suicidio son pensamientos recurrentes en la persona deprimida.
    • Un síntoma típico de la depresión es la dificultad para llevar a cabo procesos cognitivos básicos que se traducen en problemas de concentración, de memoria, dificultad y lentitud para pensar, duda e indecisión.

  • Síntomas fisiológicos (respuesta fisiológica):

    • Sensación de fatiga o falta de energía. La persona no se siente con fuerzas y tiene que hacer un gran esfuerzo para llevar a cabo incluso las actividades más cotidianas.
    • Insomnio acompañado de pensamientos negativos. El patrón de sueño se caracteriza por un despertar precoz y la imposibilidad de coger nuevamente el sueño.
    • Pérdida o aumento importante de peso.
    • Disminución del apetito sexual.
    • Posible presencia de alucinaciones (raramente).

  • Síntomas motores (respuesta conductual):

    • Hay una marcada disminución de la capacidad de disfrutar, y, por lo tanto, de una pérdida de interés de la persona para participar en actividades de las cuales antes disfrutaba.
    • Esta pérdida de interés se extiende en el área social, el que puerta implícito el aislamiento y la soledad.
    • Es habitual observar agitación o ralentización motora, que en los casos más extremos puede llegar al mutismo y a una parálisis motora casi total.
    • Derivado de la ralentización en los procesos mentales, también se ve ralentización en el habla y en la dificultad al mantener una conversación.
    • A menudo se descuida el aspecto físico e higiénico.

Acostuma a haver-hi un empitjorament matutí i una lleu millora dels símptomes a la nit.

La tardor i l’hivern, són les pitjors èpoques de l’any, ja que aquests símptomes es tornen més aguts.

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Tipo de trastornos depresivos

TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR

La depresión mayor, también conocida como trastorno depresivo mayor o simplemente depresión, es una enfermedad mental que afecta el estado de ánimo, la manera de pensar y el comportamiento de una persona. Se caracteriza por una sensación persistente de tristeza profunda, pérdida de interés o placer en actividades que normalmente eran gratificantes, y una disminución general en la energía y la motivación.

El primer episodio acostumbra a ir precedido por una situación altamente estresante, y su duración es de unos 6 a 9 meses.
Si se pide ayuda a tiempo, la mayoría de los casos de un 80 a un 90%, se observa una recuperación total de la persona.

La cronificación de la depresión mayor, la gran mayoría a veces, es por no haber pedido ayuda antes a un especialista.

El trastorno depresivo mayor se caracteriza por los siguientes síntomas:

  • Tristeza profunda y persistente. Cómo sentirse desolado, desanimado y abatido.
  • Sentimientos de inutilidad, culpa o pecado.
  • Baja autoestima.
  • Pesimismo respecto de las mismas capacidades, de la vida y del futuro.
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte.
  • Posible ideación suicida que va desde pensar desear la muerte hasta el acto propio del suicidio.
  • Problemas de memoria, dificultades para pensar, concentrarse, así como tomar decisiones.
  • Pérdida de interés y placer por aquellas actividades de las cuales antes disfrutaba
  • Aislamiento por pérdida de interés en las relaciones sociales.
  • Descuidar el aspecto personal y la higiene.
  • Ralentización psicomotora.
  • Insomnio, por un despertar precoz, con imposibilidad de recuperar el sueño nuevamente.
  • Pérdida de peso.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Sensación de fatiga y falta de energía. Las actividades diarias suponen un gran esfuerzo.

Acostumbra a haber un empeoramiento de los síntomas por la mañana y una leve mejora por la noche. Del mismo modo, que acostumbra a haber una agudización de los síntomas en otoño y en invierno.

TRASTORNO DISTÍMICO O DEPRESIÓN CRÓNICA / PERSISTENTE

Es una forma de trastorno depresivo crónico y persistente que se caracteriza por una tristeza continua y persistente que dura la mayor parte del día, la mayoría de los días, durante al menos dos años en adultos. Es menos intensa que la depresión mayor, pero se prolonga en el tiempo. Estado de ánimo crónicamente deprimido la mayor parte del día, se inicia de una manera persistente, y se prolonga como mínimo dos años. A pesar de que hay periodos de unas dos o tres semanas donde los síntomas remiten, la mayor parte del tiempo la persona se siente deprimida.

El trastorno distímico se caracteriza por los siguientes síntomas:

  • El estado de ánimo está crónicamente deprimido, predomina una sensación de desesperanza por la vida y por el futuro.
  • Apetito variable
  • Hay dificultades para concentrarse y tomar decisiones.
  • Baja autoestima.
  • Sentimientos de desesperanza, pueden aparecer ideas en torno a la muerte, pero raramente se materializan.
  • La persona siente cansada y con falta de energía, pero no acostumbra a haber grandes dificultades para afrontar las actividades de la vida diaria.
  • Insomnio/hipersomnia y despertars frecuentes.
  • Presencia de ansiedad.

TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL

El trastorno afectivo estacional se caracteriza porque se manifiesta en los meses de invierno, diciembre, enero y febrero, sin que haya un motivo desencadenante. La persona sufre un cuadro de depresión leve o moderado con los siguientes síntomas:

  • Pérdida del interés y de la capacidad para disfrutar de las actividades como antes lo hacía.

  • Pérdida de interés por las relaciones sociales, aislamiento.
  • Inactividad.
  • Sido de somnolencia.
  • Aumento del hambre e ingesta de alimentos.
  • Carencia de energía.
  • Dolor de cabeza.
  • Disminución del rendimiento laboral.

DEPRESIÓN POSPARTO

La depresión posparto es debida al hecho que el parto es por sí mismo una situación altamente estresante, y, por lo tanto, puede dar lugar al inicio de una depresión, más todavía si hay antecedentes previos de este tipo trastorno. La depresión posparto es más grave que el baby blues.

El baby blues es un cuadro que sufren entre un 50 y un 70% de las madres entre el segundo y el tercer día posteriores al parto, coincidiendo con la vuelta a casa. No se trata de ninguna patología, sino más bien de una manifestación natural que se relaciona con el reto que supone hacer de madre. Es un cuadro depresivo de intensidad leve que acostumbra a durar entre 7 y 10 días. Se caracteriza por una ligera tristeza, cansancio, insomnio y carencia de apetito, que se relacionan con la incertidumbre y la preocupación que comporta afrontar una nueva etapa, hacer de madre.

TRASTORNO DE DESREGULACIÓN DESTRUCTIVA DEL ESTADO DE ÁNIMO

El siguiente trastorno depresivo se detecta a través de accesos de cólera graves y recurrentes que se manifiestan verbalmente (por ejemplo, enrabiada verbal) o con comportamientos (por ejemplo, agresión física, personas o propiedad) la intensidad de la cual son desproporcionados a la situación que lo provocó. Los accesos de cólera no concuerdan con el grado de desarrollo y suelen aparecer la mayor parte del día, casi cada día y es observable por las otras personas. Aparecen en al menos dos contextos (a casa, escuela y compañeros) y son presentes durante doce meses o más.

TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSUAL

En la mayoría de los ciclos menstruales, al menos cinco síntomas tienen que estar presentes en la última semana antes del inicio de la menstruación y hacerse mínimos o desaparecer en la semana después de la menstruación. Los síntomas son los siguientes: Labilidad afectiva intensa, irritabilidad intensa, enfado, aumento de conflictos interpersonales, estado de ánimo deprimido, desesperanzado e ideas de desprecio y ansiedad.

Uno o más de los siguientes síntomas que también tienen que estar presentes hasta llegar a un total de cinco síntomas:

  • Disminución del interés por las actividades habituales
  • Dificultad subjetiva de concentración
  • Letargo, fatigabilidad fácil o intensa falta de energía
  • Cambio importante del apetito, sobrealimentación o anhelo de alimentos específicos
  • Hipersomnia o insomnio
  • Sensación de estar agobiada o sin control
  • Síntomas físicos como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular o muscular y sensación de hinchazón o aumento de peso

Los síntomas se asocian a malestar clínicamente significativo o interferencia en el trabajo, escuela, las actividades sociales habituales o la relación con otras personas y no se debe a una exacerbación de los síntomas de otro trastorno. Tampoco los síntomas no tienen que atribuirse a los efectos fisiológicos de una sustancia.

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TRASTORNO BIPOLAR

El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar (TAB), acostumbra a aparecer en las últimas etapas de la adolescencia y las primeras de la vida adulta.

Su disparo más característico son los cambios fuertes y repentinos en el estado de ánimo, dado que tanto se pueden presentar periodos con marcada presencia de síntomas depresivos (tristeza, preocupación, problemas de concentración y memoria, inactividad, pensamientos suicidas, entre otros), como periodos con marcada presencia de sintomatología eufórica (alegría excesiva, nerviosismo, exaltación, hiperactividad, etc.).

Tipos de trastorno bipolar

  • Trastorno Bipolar I: En este trastorno, la persona experimenta episodios maníacos, que son periodos de un estado de ánimo extremadamente elevado, expansivo o irritable, seguidos de episodios depresivos. Los episodios maníacos son bastante graves para afectar significativamente el funcionamiento diario.
  • Trastorno Bipolar II: Este trastorno implica episodios depresivos recurrentes y episodios hipomaníacs más leves en lugar de manía completa. Los episodios hipomaníacs son menos graves, pero todavía pueden causar dificultades en la vida cotidiana.
  • Ciclotimia: La ciclotimia es una forma más leve de trastorno bipolar que implica fluctuaciones crónicas de ánimo, pero los episodios hipomaníacs y depresivos no son tan intensos ni duraderos como en los otros tipos de trastorno bipolar.
  • Otros Especificados o No Especificados: Algunas personas pueden experimentar síntomas que no se ajustan claramente los tipos mencionados anteriormente, y se los puede diagnosticar con trastorno bipolar especificado o no especificado.

¿Cuáles son las causas del trastorno bipolar?

A pesar de que no se conocen las causas concretas, sí que se conocen algunos de los factores que están implicados en su desarrollo:

  • Factores genéticos: Se trata de un trastorno hereditario, ya presente en otros miembros de la familia.

  • Factores orgánicos: Se han identificado afectaciones en algunas estructuras del cerebro, aquellas relacionadas con la regulación del estado de ánimo.

  • Enfermedades médicas

  • Acontecimientos estresantes

¿Cuáles son los síntomas del trastorno bipolar?

La fase depresiva y sus síntomas

Los síntomas de la depresión se manifiestan a diferentes niveles, afectivo, de pensamiento, fisiológico y de conductual:

  • Síntomas afectivos: La persona se siente profundamente triste, vacía, desanimada sin una causa aparente. Sentimientos exagerados de inutilidad, culpa o pecado.

  • Síntomas a escala de pensamiento:

    • El patrón de pensamiento característico de la persona depresiva se caracteriza por una visión negativa de un mismo, del que le pasa y de su futuro. Marcando profundamente el contenido de los pensamientos y la forma con que se afrontan. Así como un marcado pesimismo respecto a un mismo (baja autoestima), la capacidad (carencia de seguridad) y el futuro se observa desesperanzador. Pensamientos en torno a la muerte y la opción del suicidio son pensamientos recurrentes en la depresión.
    • Un síntoma típico de la depresión es la dificultad para llevar a cabo procesos cognitivos básicos como por ejemplo: problemas de concentración, de memoria, dificultad y lentitud para pensar, duda e indecisión.


  • Síntomas fisiológicos (respuesta fisiológica):

    • Sensación de fatiga o falta de energía. La persona no se siente con fuerzas y tiene que hacer un gran esfuerzo para llevar a cabo incluso las actividades más cotidianas.
    • Insomnio acompañado de pensamientos negativos. El patrón de sueño se caracteriza por un despertar precoz y la imposibilidad de coger nuevamente el sueño.
    • Pérdida o aumento importante de peso.
    • Disminución del apetito sexual.
    • Posible presencia de alucinaciones (raramente).


  • Síntomas motores (respuesta conductual):

    • Ya no se disfruta, hay una pérdida de interés para participar en actividades de las cuales antes disfrutaba, que puerta implícito el aislamiento y la soledad.
    • Es habitual agitación o ralentización motora, que en los casos más extremos puede llegar al mutismo y a una parálisis motora casi total.
    • Derivado de la ralentización en los procesos mentales, también se observa ralentización en el habla y en la dificultad en el mantenimiento de una conversación.
    • A menudo se descuida el aspecto físico e higiénico.

Acostumbra a haber un empeoramiento matutino y una leve mejora de los síntomas por la noche.

En otoño y en invierno se tiende hacia una agudización de los síntomas.

La fase eufórica y sus síntomas

Los síntomas muestran un estado de ánimo de expansibilidad anímica y cognitiva.

  • Los síntomas anímicos se caracterizan por un estado de ánimo elevado, eufórico, irritable, expansivo.

  • Los síntomas motivacionales y conductuales se caracterizan por un estado de energía aparentemente inagotable y desbordante; logorrea; fuga de ideas; hipersexualitat; y no control de impulsos.

  • Los síntomas cognitivos son fuga de ideas (pensamiento que cambia de un tema a otro), distracción excesiva, incoherencia en su lenguaje e ideas irracionales relacionadas con las mismas capacidades.

  • Los síntomas físicos son la hiperactividad excesiva, y en el ámbito interpersonal son polémicos.

Episodios maníacos y sus síntomas

Aparece un estado de ánimo anormal y persistentemente excesivo y elevado durante más de una semana o cualquier duración temporal en el supuesto de que fuera necesario una hospitalización.
Tienen que aparecer tres o más síntomas de los siguientes:

  • Autoestima exagerada o grandiosidad.

  • Disminución de la necesidad de dormir.

  • Más hablador del habitual, fuga de ideas o experiencias subjetivas que el pensamiento está acelerado.

  • Aumento de la actividad intencionada o agitación psicomotora.

  • Implicación excesiva en actividades placientes que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves.

Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio hipomaniac y provoca malestar clínicamente significativo. Tampoco los síntomas no obedecen a los efectos fisiológicos directos de una sustancia ni a una enfermedad médica general.

Episodio hipomaniac

Estado de ánimo persistentemente elevado, expansivo e irritable al menos durante cuatro días. Son cambios en el estado de ánimo observables y no son bastante graves para provocar un deterioro laboral, social importante para necesitar hospitalización, y tampoco aparecen síntomas psicóticos.

Los síntomas no obedecen a efectos fisiológicos directos de una sustancia ni a una enfermedad médica general.

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