¿Qué es la ansiedad en niños y adolescentes?

La ansiedad en los niños y adolescentes es un problema de salud mental muy común que puede afectar a su bienestar emocional y funcionamiento diario. Algunos síntomas de la ansiedad en esta población pueden incluir preocupación excesiva, inquietud, irritabilidad, dificultad de concentración, problemas del sueño y quejas físicas como dolores de cabeza y estómago.

Hay varías causas posibles de la ansiedad en niños y adolescentes, que pueden incluir factores genéticos , experiencias traumáticas, estrés familiar o escolar, cambios importantes en la vida, problemas de salud física y factores ambientales.

Es importante que los padres o los cuidadores estén atentos a los signos de la ansiedad en sus hijos y que busquen ayuda profesional en el caso de que los síntomas no se puedan manegar y persistan e interfieran en el funcionamiento diario del niño. Al Gabinete Psicológico Tena somos especialistas en el tratamiento de la ansiedad y utilizamos técnicas fiables como la terapia cognitiva-conductual, técnicas de manejo del estrés y de relajación. Además de esto, hay casos que requieren de presa de medicación.

Por otro lado, es fundamental ofrecer uno en torno a apoyo y de comprensión, fomentar la comunicación abierta y promover hábitos de vida saludables como una buena alimentación, hacer ejercicio regular y suficiente tiempo de descanso.

Si te procupa que tu hijo esté sufriendo de ansiedad, te recomiendo que consultes con uno de nuestros profesionales del equipo de psicólogos y psiquiatras. Así podremos empezar a ofrecer una evaluación adecuada del caso y un plà de tratamiento adaptado a su situación personal.

¿Cuáles son las causas de la ansiedad en infantil y juvenil?

Las causas de la ansiedad en niños y adolescentes pueden variar según cada caso individual. Pero las causas más comunes suelen ser las siguientes:

  • Factores genéticos: La ansiedad puede tener una base genética. Esto significa que los niños y adolescentes pueden tener una mayor predisposición a desarrollar la ansiedad si tienen antecedentes familiares.
  • Experiencias traumáticas: La vivencia de situaciones traumáticas como la pérdida de un ser querido, violencia, desastres naturales o experiencias negativas pueden contribuir a que el niño sufra de ansiedad.
  • Estrés académico y presión: La presión académica, las expectativas del nivel de rendimiento y las responsabilidades escolares pueden causar estrés significativo y provocar ansiedad en niños y adolescentes.
  • Cambios importantes en la vida del niño: Situaciones de mudanza, cambios de escuela, divorcio de padres o la llegada de un nuevo hermano pueden ser fuentes de ansiedad para niños y adolescentes.
  • Problemas familiares: Los conflictos familiares, la falta de apoyo emocional o una dinámica familiar disfuncional pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad en los niños y adolescentes.
  • Problemas sociales: Las dificultades en las relaciones con amigos o compañeros, el acoso escolar (bullying) o la sensación de no encajar pueden aumentar la sensación de ansiedad.
  • Exceso del uso de tecnologías: El uso excesivo de tecnologías y redes sociales puede tener un impacto negativo en la salud mental y aumentar la ansiedad en los niños y adolescentes.
  • Factores ambientales: Condiciones socioeconómicas desfavorables, inestabilidad en el hogar o vivir en un entorno estresante puede contribuir al desarrollo de la ansiedad.
  • Trastornos médicos o de salud mental: Algunos trastornos médicos como hormonales o problemas neurológicos, así como otros trastornos mentales como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o la depresión pueden tener síntomas asociados.

Hay que recordar que cada individuo se único y que la ansiedad puede tener múltiples causas y factores que puedan contribuir a su desarrollo. Si un niño o adolescente está experimentando síntomas persistentes de ansiedad es esencial que se busque una ayuda profesional y realizar una evaluació adecuada y tratamiento.

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¿Cuáles son los tipos de ansiedad infantil?

Existen diferentes tipos de ansiedad infantil que pueden afectar a los niños y adolescentes. Algunos de los trastornos de ansiedad más comunes en esta población son los siguientes:

Es importante destacar que un diagnóstico preciso lo tiene que realizar un profesional de la salud mental después de realizar una evaluación exhaustiva. Debido a que cada niño puede presentar síntomas y necesidades diferentes, por eso, es fundamental buscar ayuda adecuada para ofrecer un tratamiento eficaz.

ANSIEDAD POR SEPARACIÓN

Se caracteriza por un miedo o angustia excesiva cuando el niño se separa de sus padres o seres queridos. Esta manifestación suele ser inadecuada por el nivel de desarrollo del niño.

Se manifiesta por al menos tres de los siguientes síntomas:

  • Malestar excesivo y recurrente cuando se prevé o se vive una separación del hogar o de las figuras de mayor inclinación.
  • Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras con las que mantienen mayor vínculo afectivo  o bien, que puedan sufrir un posible daño, como una enfermedad, calamidades o muerte.
  • Preocupación excesiva y persistente por la posibilidad que un acontecimiento adverso cause la separación de una figura de vínculo próximo.
  • Resistencia o rechazo persistente a salir, lejos de casa, en la escuela, al trabajo u otro lugar por miedo a la separación.
  • Miedo excesivo y resistencia a estar solo o sin las figuras de mayor vinculación a casa o a otros lugares.
  • Resistencia o rechazo persistente a dormir fuera de casa o  a dormir sin estar cerca de una figura próxima.
  • Pesadillas repetidas sobre el tema de la separación.
  • Quejas repetidas de síntomas físicos cuando se produce o se prevé la separación de las figuras de mayor aferramiento.

El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente dura al menos cuatro semanas en niños y adolescentes.

El niño que lo sufre, muestra una alteración que causa un malestar clínicamente significativo o deterioro a nivel social, escolar o bien, en otros áreas importantes en el funcionamiento.

FOBIAS

La fobia es un miedo excesivo que se muestra hacia un objeto o situación específica (Por ejemplo: a volar, a las alturas, a los animales…etc.). Los niños con fobias tratan de evitar la situación o el objeto que se los genera ansiedad modificando sus hábitos normales y deteriorando su rendimiento escolar o social.

Suele aparecer entre los seis y los doce años y en muchos casos desaparece espontáneamente. No obstante, hay algunos en los que el miedo persiste o se acaban desarrollando de alguna otra forma.

La ansiedad, en este caso, es desproporcionada en relación al peligro real que plantea la situación específica. Se diferencia de los miedos debido a que las reacciones emocionales de temor son mucho más intensas y persistentes.

 

¿Cuáles son los síntomas en fobias infantiles?

Los niños o adolescentes acostumbran a mostrar una serie de síntomas que se muestran una vez aparece el estímulo que les genera la fobia. Así mismo, también podan aparecer síntomas antes de que el niño anticipe el contacto real con el estímulo.

    Algunos de los síntomas que muestran sueño:

  • Ansiedad

  • Miedo irracional ante la situación temida

  • Sudoraciones, palpitaciones, náuseas, mareos

  • Necesidad de ir al lavabo frecuentemente

  • Otros miedos recurrentes

  • Llantos, gritos..

  • Necesidad de estar cerca de la figura de vinculación

TIPO DE FOBIAS:

Los tipos de fobias que existen son:
A los animales, al entorno natural (p.ex: alturas, tormentas.. etc), a la sangre inyecciones, o lesiones y a situaciones más específicas (p.ex: a volar, en los ascensor, lugares cerrados,..etc).

TRASTORNO DE PÁNICO

El trastorno de pánico en niños y adolescentes es un trastorno de ansiedad donde los individuos experimentan ataques de pánico recurrentes e inesperados. Estos ataques de pánico se caracterizan por síntomas físicos y emocionales intensos, como por ejemplo palpitaciones, dificultad para respirar, mareos, temblores, sudoración, sensación de asfixia, miedo de perder el control o de morir, y sensación de irrealidad o de estar separado de sí mismo.

Los niños y adolescentes con trastorno de pánico a menudo desarrollan un temor adicional a tener nuevos ataques de pánico, cosa que puede llevar a una preocupación constante sobre cuando y donde pueden pasar. Esto puede llevar a evitar lugares o situaciones en que han tenido ataques de pánico anteriores.

El trastorno de pánico en niños y adolescentes puede ser debilitante y afectar negativamente la calidad de vida, el rendimiento académico y las relaciones sociales. Debido a que suelen interferir con su capacidad para participar en actividades cotidianas y limitar la autonomía.

ANSIEDAD SOCIAL

Los niños con este trastorno tienen un miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las cuales el individuo está expuesto al posible juicio por parte otras personas. Algunos ejemplos son las interacciones sociales (p.ej: mantener una conversación, reunirse con personas desconocidas) ser observado (mientras comes o bebes) y actuar ante otras personas (p.ej: dar una charla). En los niños, la ansiedad se puede provocar en reuniones con niños de su misma edad y no solo en la interacción con los adultos.

El niño puede mostrar miedo a actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad, que lo valoren negativamente, que lo humillen o lo avergüencen o bien que reciba el rechazo o que ofensa otras personas.

Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizado, aferrarse, encogerse o el fracaso de habla en situaciones sociales. Son situaciones que se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa y el miedo suele ser desproporcionado al peligro real que plantea el objeto o situación específica y al contexto sociocultural.

Esta sensación de miedo o ansiedad suele ser persistente y dura seis meses o más y causa un malestar clínicamente significativo o deterioro en el social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

TIMIDEZ

La timidez en niños y adolescentes se refiere a una característica de personalidad en el que los niños y jóvenes muestran reticencia, inhibición o ansiedad en situaciones sociales o al interactuar con otras personas.

Hay que destacar la timidez es una parte normal del desarrollo y no siempre es problemático. Muchos niños y adolescentes pueden mostrar cierto grado de timidez en ciertas situaciones, especialmente al encontrarse con personas nuevas o contextos desconocidos.

    Algunas de las características que pueden mostrar son las siguientes:

  • Evitar el contacto visual con otras personas. Especialmente en situaciones desconocidas o incómodas.

  • Pueden sentirse más cómodos y seguros al retirarse o aislarse de situaciones sociales, evitando participar activamente en conversaciones o iniciar itneraccions.

  • Acostumbran a hablar poco y en voz queda, especialmente cuando se encuentran en personas nuevas o grupos grandes.

  • Pueden experimentar ansiedad o nerviosismo y esto los comporta evitar ciertas situaciones sociales o lugares.

  • Dificultad para hacer amigos debido a que evitan tener interacciones sociales.

  • Puede estar asociado a una baja autoestima o percepción negativa de un mismo en comparación con el resto.

Hay que destacar que la ansiedad social es defirent a la timidez. La timidez es una característica de personalidad que puede tener diferentes grados de gravedad en cada niño. Si la timidez interfiere en el funcionamiento social, académico y personal del niño o adolescente habrá que buscar una ayuda profesional.

MUTISMO SELECTIVO

El mutismo selectivo es un trastorno de la ansiedad infantil, en el que el niño se muestra incapaz de habla en situaciones específicas o con ciertas personas. A pesar de que es capaz de comunicarse con normalidad en otras situaciones. Es decir, el niño puede hablar y comunicarse en entornos familiares o con personas próximas pero se muestra completamente silencioso y reticente en situaciones sociales amplias como la escuela o acontecimientos sociales.

Incapacidad persistente de habla en determinadas situaciones sociales específicas a pesar de hacerlo en otras sin ninguna dificultad. La alteración interfiere en los logros educativos, laborales o en la comunicación social.

Acostumbra a aparecer en los niños más pequeños y mayoritariamente en niñas. Este trastorno acostumbra a aparecer a la infancia temprana, alrededor de los 3 o 4 años, pero puede ser difícil de detectar inicialmente debido a que el niño puede hablar y expresarse normalmente en entornos familiares. La característica principal del mutismo selectivo es la persistencia de la incapacidad a habla en diferentes entornos durante un periodo de tiempo prolongado, al menos durante un mes.

Algunas características son:

  • Ausencia del habla en situaciones sociales específicas.

  • Expresión de la ansiedad o malestar en situaciones dónde de espera que el niño hable.

  • Capacidad para hablar con normalidad en entornos familiares o con personas próximas.

  • Inicio temprano en la infancia, antes de la etapa escolar.

  • Duración prolongada, generalmente al menos un mes.

Las causas del mutismo no están del todo claras. Pero se cree que puede haber un componente genético y estar relacionado con ansiedad social. Algunos factores que pueden contribuir a su desarrollo incluye experiencias de ansiedad o situaciones estresantes en la vida del niño, así también como la predisposición genética de la ansiedad.

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ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG)

Los niños y adolescentes con TAG suelen preocuparse y tener ansiedad de manera constante y excesiva en diferentes aspectos de su vida, como el rendimiento académico, la salud o las relaciones sociales.

Al niño le es difícil controlar la preocupación. En este caso, se muestran los siguientes síntomas:

  • Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.

  • Facilidad para fatigarse.

  • Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.

  • Irritabilidad.

  • Tensión muscular.

  • Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo o su inquieto o insatisfactorio)

La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en el ámbito social, académico u otras áreas importantes de su funcionamiento.

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